viernes, 9 de octubre de 2009

¿Premio Nobel de la Paz para Obama?

Hoy se anunció que Barack Obama ha ganado el Premio Nobel de la Paz 2009 e Internet se tambalea, rebosante de noticias y opiniones al respecto. Especialmente twitter, donde los usuarios han estado muy activos durante todo el día. Respecto a la twittosfera árabe, desde que se anunció el Premio está desbordada con la etiqueta أوباما (#obama), y entre todos los tweets es difícil encontrar quienes realmente crean que hay razones para este Premio. Textualmente, la razón es su "esfuerzo extraordinario para reforzar la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos". En términos más concretos:

- Su contribución a reducir el arsenal nuclear en el mundo
- Reiniciar el diálogo entre palestinos e israelíes

El primer argumento no lo entiendo bien. Sus esfuerzos por reducir el arsenal nuclear no me parecen muy diferentes de los de su predecesor, que sin duda tenía entre sus objetivos acabar con el arsenal nuclear de Irán y Corea del Norte, dos de los países incluidos en su famoso "eje del mal", ni de los de Ronald Reagan, que ante Mikhail Gorbachov anunció que soñaba con "liberar al mundo de armas nucleares".

Respecto al segundo, espero no desilusionar a nadie, pero no hay ningún diálogo entre palestinos e israelíes. Sí hay un momento de foto para la galería, un apretón de manos "simbólico" que Obama ha forzado sin acompañar de ninguna medida concreta que no sea una mayor presión a los palestinos y la aceptación de todo lo que Israel decida.

No hay diálogo entre palestinos e israelíes porque:

- Mahmud Abbas no es el representante legítimo de los palestinos, sino el representante que Israel y el resto de la "comunidad internacional" obligan a los palestinos a aceptar como representante. Un presidente corrupto de un gobierno corrupto de un Estado que aún no existe.

- Para seguir en el cargo, ya que no cuenta con su pueblo (y tampoco es que su pueblo tenga una voz que alguien escuche), Abbas cuenta con Israel, con Estados Unidos y con los aliados de estos dos. Por eso no es sorpresa que se vea obligado a retirar su apoyo al Informe Goldstone, que acusa a Israel de crímenes de guerra. Abbas fue forzado esta semana a aceptar que Israel no debe rendir cuentas por los crímenes de guerra que ha cometido en Gaza, lo que hace casi imposible que el Informe avance en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Al trauma de la masacre de Gaza se une así el trauma de no poder reclamar justicia. Nada ha pasado, nadie paga por los crímenes.

Todo esto es injusto y desesperante para los palestinos, pero no es novedad. Lo que sí es novedad, y el colmo del absurdo, es que se conceda el Premio Nobel a Obama por "reiniciar el diálogo entre israelíes y palestinos". Para merecer este Premio, habrían sido argumentos de peso que hubiera mantenido su promesa ante el mundo árabe-islamico de tratar equitativamente a ambas partes, manteniéndose firme, en primer lugar, en lo relativo a la construcción de nuevos asentamientos ilegales en territorios palestinos. La ONU reclama desde siempre que se desocupen todos los territorios ocupados en 1967, pero Israel continúa despareciendo Palestina a velocidad de crucero. Incluso en este punto,en que Obama se mostró firme, ya ha cedido, así que Israel sigue construyendo y EEUU lo sigue permitiendo.

El Presidente estadounidense, además de permitir los asentamientos, presiona a Abbas para que Israel no pague por sus crímenes. Y presionar, cuando se trata de los palestinos, significa estrangulamiento económico, ya que viven de las ayudas financieras internacionales y de los recursos que Israel no decida bloquear. Israel tiene la sartén por el mango y continúa con su política de impunidad total y hechos consumados. Esto no ha cambiado y Obama de momento ha añadido presión a la ya insoportable presión que sufren los palestinos.

Obama se opuso a la guerra de Irak, prometió retirar las tropas y no se puede negar que avanza en ese camino. Prometió una reforma del sistema sanitario estadounidense que es más que necesaria y ningún Presidente de EEUU se ha atrevido a acometer, y parece que voluntad y esfuerzos no le están faltando. Estos son algunos de sus logros positivos, por los que alguien puede valorar si merece o no un Premio. Pero los argumentos que se han dado para su elección son sólo la proyección de un deseo, de un talante. Como ya han dicho algunos medios, el Premio se da a su retórica dialogante más que a sus logros.

De todas formas, también recibió el Premio Nobel Henry Kissinger, responsable de hazañas como apoyar el golpe de estado de Pinochet o que la guerra de Vietnam durase 12 años. Ghandi, en cambio, no lo tiene.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Estoy completmente de acuerdo....este mundo esta loco y encima nos lo intentan disfrazar. en fin... como siempre me encanta como escribes. un abrazo
Mai

Anónimo dijo...

Eres genial, Leila, qué artículo tan crítico y bien informado, ¡muchas gracias! Olé tus ovarios pluri-culturales. BESOS