martes, 19 de mayo de 2009

Gilad Atzmon, el genio israelí y antisionista

El viernes asistí a un concierto que se celebró en Leganés en el marco del VI Festival Interpueblos, que busca sensibilizar a la población sobre las consecuencias de los conflictos armados, poniendo el foco este año en la situación de los refugiados palestinos e iraquíes. Lo organiza la Asociación Cultura, Paz y Solidaridad Haydée Santamaría, a la que agradezco el haberme facilitado unas fantásticas fotos del concierto.

El concierto fue magnífico, en el precioso anfiteatro al aire libre Egaleo, en una noche que ya hacía presentir el verano. Comenzó con la intervención de Nabil Mansour, un palestino-catalán que se ha dado a conocer con versiones de canciones árabes y catalanas, especialmente por su versión de la canción protesta de Luis Llach, L´estaca. Pero la gran sorpresa fue para mí el descubrimiento que supuso Gilad Atzmon, un músico de jazz de origen israelí de talento inmenso, humildad inesperada y carisma desbordante.

En su página web, Gilad Atzmon se define como músico, compositor, productor, educador y escritor. Es creador de la orquesta Orient House Ensemble pero, además de todo eso, Atzmon es un activista de un compromiso apabullante. Estudió Composición y Jazz en la Academia Rubin de Jerusalén, donde ejerció como productor en numerosos proyectos de músca y danza israelí, hasta que se estableció en Reino Unido en 1994. Reino Unido es ahora su casa, ya que renunció a la nacionalidad israelí hace unos años, cuando decidió llegar hasta el final en su decisión de no tomar parte en la colonización de Palestina. Fue la ocupación israelí de Líbano en los 80, en la que participó como soldado, lo que le hizo despertar a lo que hoy es su lema: la liberación de los pueblos ocupados, con un interés especial en la del palestino.

El 20 de mayo, durante su visita a Madrid para participar en el Festival Interpueblos, Gilad Atzmos fue entrevistado por el diario Público, al que confesó estar "harto de las prácticas sionistas, que sólo llevan a la destrucción". Denunció la muerte de 17.000 libaneses durante la ocupación israelí de Líbano, y la debacle que han causado los últimos últimos ataques a Gaza de Israel, al que se refiere como estado terrorista: "El 94% de los israelíes apoyó lo de Gaza. Los políticos utilizan el miedo para obtener sus fines. Son los palestinos quienes viven aterrados." Denuncia que "un judío de Brooklyn tiene más derechos en Israel que un palestino nacido en Jerusalén", y dice detestar "ese principio racial que predica el estado israelí". También reprocha a los políticos occidentales que aplaudan las gracias de Israel y que no estuvieran a la altura de la conmoción que ha generado la última masacre en gran parte de la sociedad civil occidental. "La separación entre la ciudadanía y los políticos es cada vez mayor. Algún día lo pagarán", afirma convencido.

Con esa misma convicción de la importancia de romper la brecha entre la ciudadanía y la lenta, perezosa, y poco empática reacción de los políticos en materia de derechos humanos, cofundó el Palestine Think Tank, que se ha convertido en el portal sobre Palestina más popular en lengua inglesa.

Palestine Think Tank es el espacio en el que Gilad Atzmon comparte con otros profesionales y con todo tipo de colaboradores y usuarios artículos e iniciativas que supongan avances en la búsqueda de una paz justa en la región. Traduzco y resumo a continuación la descripción que el Palestine Think Tank hace de su naturaleza y sus objetivos:

Somos personas de distintas procedencias que viven en distintos países. Hablamos lenguas distintas y creemos en religiones distintas, o incluso en ninguna religión. Estas diferencias no suponen un problema para nosotros.

Celebramos nuestras diferencias y nos une la convicción de que el Sionismo es dañino. El Sionismo es racista, y conlleva la limpieza étnica de la población indígena de la tierra de Palestina, algo que queremos hacer llegar a quienes no conocen en qué consiste y lo importante que es ponerle freno.

Consideramos la resistencia palestina como la gran lucha por la liberación de nuestros tiempos y nos ponemos al servicio de su causa dando a conocer su historia, su cultura y su lucha. Contamos con voces árabes, que no siempre pueden desarrollar su potencial ya que en todo el mundo árabe la sociedad civil ha sido dada de lado por la "comunidad internacional". Es más cómodo eximir a Israel y a Occidente de la responsabilidad que tienen en la inestabilidad y falta de progreso de la región que escuchar razonamientos y argumentos históricos que planteen lo contrario. Esperamos que esta página web sirva a la causa palestina, ya que su firmeza y su resistencia son una inspiración para toda la humanidad, y transmiten un mensaje de amor y paz del que esperamos estar a la altura.

El impulso a una paz justa en la región necesita de voces israelíes como la de Gilad Atzmon, como la de historiador y activista por los derechos humanos Ilan Pappe, o como la del antisionista y pacifista Toma Sik, que durante toda su vida predicó: "Tras mi experiencia de infancia en el guetto de Budapest, no pienso inflingir ese mismo destino a nadie, joven o viejo. Otra gente, en cambio, decidió que nunca más les sucedería eso a sus hijos, y han criado hijos para enviarlos a ejércitos donde matan y mueren." La denuncia de las violaciones de derechos humanos adquieren una nueva legitimidad cuando vienen de dentro, y en el caso del poderoso Israel, que despliega todos sus medios para censurar o desacreditar las opiniones de quienes critican sus prácticas políticas y militares, la autocrítica es vital para formar una opinión pública independiente y cercana a la realidad de la region.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Un artículo magnífico!
Me encanta!
Un saludo

Unknown dijo...

hola ,escribo desde chile y me encantó el articulo.me encantaría que viniera gilad a mi pais(y tú tambien)donde residimos cerca de 300.000 descendientes de palestinos (me incluyo) de betlehem y beit jala.saludos

Leila Nachawati Rego dijo...

Muchas gracias por tu comentario, Ricardo. Me encantaría ir a Chile de nuevo, ya estuve una vez pero muy poquito tiempo, y pude ver que hay una gran comunidad palestina allí.