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Hasta hace unas semanas, los formularios que el usuario debe rellenar en Facebook con sus datos personales indentificaban los Altos del Golán como pertenecientes a Siria. Pero eso ha cambiado y ahora, al introducir una ciudad del Golán, como Qasrin, aparecen como opciones de país Siria e Israel. El grupo "Facebook, Golan residents live in Israel, not Syria", parte de la Campaña "Honest Reporting", reivindica el logro como suyo, al conseguir a través de presión interna que los administradores de Facebook se hayan replanteado la redefinición geográfica de sus usuarios golaníes. Sucedió lo mismo anteriormente con Cisjordania (West Bank, en inglés), que aparecía como Palestina y que después de la presión israelí pasó a incluir la opción "Israel" en los formularios. La respuesta de los usuarios sirios de Facebook también se hizo notar, con un grupo que supera los 10.000 miembros, "Respect Syrian right", pero que no ha dado ningún resultado.
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"Honest Reporting" se muestra satisfecha con la decisión de Facebook y recuerda que "no es asunto de una red social decidir a qué estado pertenecen las ciudades en las que viven sus usuarios". Tienen mucha razón en esto, no parece lógico que los administradores de una red social tomen este tipo de decisiones tan delicadas y con una implicación política y geoestratégica tan fuerte. Pero si FB no debe decidirlo, ¿entonces quién debe? ¿Israel? ¿Siria? ¿Los dos o ninguno?
Como sitio de encuentro e intercambio de información entre usuarios de distintos lugares del mundo, Facebook debe tratar de ser justo y no herir sensibilidades. En los terrenos espinosos como la cuestión de identidad y delimitación geográfica, sólo hay una solución justa, coherente y con la que Facebook puede mostrarse imparcial: acogerse a las delimitaciones establecidas por la ONU.
Entre seguir los dictados de las Naciones Unidos o los de un grupo de 2900 personas que viven ilegalmente en una tierra ocupada, Facebook ha elegido la segunda. Es descorazonador que la ONU, una organización que se define como representante de los intereses globales e incluye a la mayoría de los países del mundo, sea tan poco vinculante como para que ni se plantee como marco de referencia cuando una red social tiene dudas de qué pertenece a quién. Al respaldar los derechos de los ocupantes de tierra siria o de los colonos de Cisjordania, que se extienden como un cáncer y que incluso la Administración Obama considera obstáculo para la paz, la red social respalda una ocupación considerada internacionalmente como ilegítima, ilegal e injusta.
Otras iniciativas de Facebook, como promover encuentros entre personas de países enfrentados que difícilmente tienen otro medio para conocerse, son esperanzadoras, pero incoherentes con el hecho de prestar atención a grupos de presión por encima de la legalidad internacional. Los debates, reuniones y espacios para la conversación son necesarios, pero no hacen la paz. La paz la hace la justicia, el respeto a los derechos humanos y las leyes internacionales, que en este caso Facebook ha pasado por alto.
2 comentarios:
Hola amiga
Siento enormemente, que ocurran cosas como esa.
Gracias por tu información y sensibilidad.
Ángel
Gracias a ti, Ángel. Me he pasado por tu blog y te he dejado un comentario. Nos seguimos :)
Leila
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