Hoy he sabido a través de una campaña en Facebook que el activista palestino Mohammad Othman fue arrestado el 22 de septiembre cuando volvía de Noruega, donde había sido invitado por altos funcionarios políticos (entre ellos el Ministro de Finanzas noruego, Kristen Halvorsen), para dar una charla sobre la situación de los palestinos en el marco de la lucha contra el muro de Apartheid que ha construido Israel. No era la primera vez que viajaba a Noruega, país que ha mostrado en numerosas ocasiones su compromiso con la defensa de los derechos humanos como requisito para una paz justa en la región.
Mohammad Othman es un activista contra el muro de separación que Israel ha construido en nombre de su seguridad. El muro ha supuesto la apropiación y destrucción de tierras palestinas, el aislamiento de pueblos enteros, familias divididas y el estrangulamiento de la economía. Por poner sólo un ejemplo, el pueblo de Jayyous, donde Mohammad nació, ha sido arrasado por los bulldozers israelíes, en plena ruta de construcción del muro. Mohammad lleva diez años trabajando en defensa de los derechos humanos de su pueblo, muy en especial contra la desposesión de los agricultores palestinos.
El año pasado visitó Madrid, invitado por la ONG ACSUR. Pasé un día entero con él y me contó sus desvelos. Una de sus luchas cotidianas es llevar algo de calma a los corazones de los jóvenes palestinos, siempre al borde del colapso. Me habló de las sesiones de relajación que organiza en su barrio, sesiones en las que se aprende a respirar y a encontrar cada uno su paz interior, ya que en la exterior nadie confía.
Al entrar en el metro, en el autobús, paseando por la Gran Vía, Mohammad miraba casi imperceptiblemente a derecha e izquierda, siempre alerta como sólo se muestran los perseguidos políticos. Es la persona más pesimista con respecto al conflicto que he conocido, pero su certeza de que la solución al conflicto no llegará no le ha impedido vivir como si la lucha mereciese la pena. Sabía que tarde o temprano sería arrestado y sabía por qué. Sabía que lo cogerían en el regreso de uno de sus viajes y lo acusarían de traidor, de difamar el nombre de Israel, y aún así no dejó de hacer lo que debía: contar al mundo la eterna injusticia que sufren los palestinos. Una injusticia que no cesa, que los políticos utilizan como marketing y que ninguno resuelve.
Ayúdanos a difundir esta injusticia, una más de tantas en el marco de la impunidad internacional de Israel. Referentes intelectuales como Noam Chomsky o Naomi Klein ya han pedido sin éxito su liberación. Únete a ellos y pide la liberación de Mohammad Othman. Aquí puedes encontrar toda la información de la campaña y cómo puedes contribuir.
Mohammad Othman es un activista contra el muro de separación que Israel ha construido en nombre de su seguridad. El muro ha supuesto la apropiación y destrucción de tierras palestinas, el aislamiento de pueblos enteros, familias divididas y el estrangulamiento de la economía. Por poner sólo un ejemplo, el pueblo de Jayyous, donde Mohammad nació, ha sido arrasado por los bulldozers israelíes, en plena ruta de construcción del muro. Mohammad lleva diez años trabajando en defensa de los derechos humanos de su pueblo, muy en especial contra la desposesión de los agricultores palestinos.
El año pasado visitó Madrid, invitado por la ONG ACSUR. Pasé un día entero con él y me contó sus desvelos. Una de sus luchas cotidianas es llevar algo de calma a los corazones de los jóvenes palestinos, siempre al borde del colapso. Me habló de las sesiones de relajación que organiza en su barrio, sesiones en las que se aprende a respirar y a encontrar cada uno su paz interior, ya que en la exterior nadie confía.
Al entrar en el metro, en el autobús, paseando por la Gran Vía, Mohammad miraba casi imperceptiblemente a derecha e izquierda, siempre alerta como sólo se muestran los perseguidos políticos. Es la persona más pesimista con respecto al conflicto que he conocido, pero su certeza de que la solución al conflicto no llegará no le ha impedido vivir como si la lucha mereciese la pena. Sabía que tarde o temprano sería arrestado y sabía por qué. Sabía que lo cogerían en el regreso de uno de sus viajes y lo acusarían de traidor, de difamar el nombre de Israel, y aún así no dejó de hacer lo que debía: contar al mundo la eterna injusticia que sufren los palestinos. Una injusticia que no cesa, que los políticos utilizan como marketing y que ninguno resuelve.
Ayúdanos a difundir esta injusticia, una más de tantas en el marco de la impunidad internacional de Israel. Referentes intelectuales como Noam Chomsky o Naomi Klein ya han pedido sin éxito su liberación. Únete a ellos y pide la liberación de Mohammad Othman. Aquí puedes encontrar toda la información de la campaña y cómo puedes contribuir.
2 comentarios:
Todavía recuerdo las imágenes de la pasada navidad, y una manifestación silenciosa que hicimos en Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, por el pueblo palestino. Es una vengüenza internacional así como un flagrante delito israelí que todos los países occidentales consienten... Saludos...
Gracias, Josegura, y a seguir haciendo presión, algún día las cosas tienen que cambiar.
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